Guiada por la conductora colombiana, la agrupación abordará la Pavana de Gabriel Fauré, Le grand tango del autor argentino y la Sinfonía inconclusa del compositor austriaco. El concierto se realizará el miércoles 22 de junio, en el Teatro Aula Magna Usach, y la entrada es gratuita.

Paula Torres dirigiendo a la Orquesta Clásica Usach en 2019. Foto: Gary Go.

 

Antes de cumplir 20 años, Franz Schubert (1797-1828) había compuesto más de un centenar de canciones, además de piezas sinfónicas y de cámara. El éxito y los editores no estaban de su lado, pero era un creador prolífico e inquieto, capaz de publicar sus obras gracias al apoyo de numerosos amigos que había hecho en la Viena de comienzos del siglo XIX. Por eso, a inicios de 1822, cuando comenzó a escribir una majestuosa sinfonía, ya era la octava en su catálogo.

Al año siguiente Schubert fue aceptado en una sociedad musical de Graz y lo agradeció con un regalo: la partitura de los dos movimientos que había terminado para esa sinfonía, pero el manuscrito acabó entre los archivos de la sociedad y la composición no avanzó más allá del esbozo de un scherzo. ¿Por qué? Es una pregunta que solo se ha respondido con suposiciones. En su permanente precariedad económica, Schubert dejó varias obras inacabadas, pero también pudo ser por la sífilis que se le diagnosticó en la misma época, que lo abatió profundamente y terminó por quitarle la vida, cuando solo contaba 31 años.

Tuvieron que pasar más de cuatro décadas para que esa música se escuchara por primera vez: los dos movimientos se estrenaron recién en 1865 en Viena, gracias al director Johann Herbeck, quien descubrió la partitura en los archivos donde había languidecido por años. Y desde entonces, la Sinfonía Nº 8 en Si menor, D. 759 ha sido conocida como la “Inconclusa” y como un título esencial en el catálogo del compositor austríaco, figura del Romanticismo temprano. 

Con ese título será parte del concierto que la Orquesta Clásica Usach ofrecerá el próximo miércoles 22 de junio (19:30 hrs.) en el Teatro Aula Magna Usach, en un programa que comenzará con la Pavana en Fa sostenido menor, op. 50, del compositor francés Gabriel Fauré (1845-1924), y también contempla Le grand tango, del argentino Astor Piazzolla (1921-1992), con el solista Javier Farfán en viola. La entrada es gratuita, previa inscripción en este formulario.

 

Foto: Gary Go.


La batuta estará a cargo de la directora colombiana Paula Torres (Cali, 1972), quien se radicó en el año 2000 en Chile, donde se tituló como directora coral y orquestal y estudió con maestros como Guido Minoletti, Nicolas Rauss (ex director de la Orquesta Clásica Usach) y David del Pino (actual director de la agrupación). Luego, ha destacado como docente en la Universidad Católica y liderando agrupaciones como el Ensamble Res Nova (fundadora), el Coro Bellas Artes, el Coro de Cámara de la Universidad Alberto Hurtado y el Ensamble Ikaros (fundadora). Desde 2022 se estableció en Utrecht, Países Bajos.

“Siempre es un honor pararme frente a la Orquesta Clásica Usach, a la que le tengo mucho respeto por la alta sensibilidad que tienen sus integrantes”, dice la directora, quien debutó con la agrupación en 2019, ocasión en la que también grabó el disco El Gato con Botas (2019), publicado por el sello Aula Records. 

La elección de la Sinfonía inconclusa, dice Paula Torres, no fue casual: “¡Los directores corales le debemos esta vida y la otra a Schubert! Fue profesor de música y fundó muchos coros. Su lirismo viene de sus canciones, de sentarse al piano y hacer cantar a la gente. En sus sinfonías, en muchas de sus sonatas e impromptus, siempre está presente la melancolía. Cuando no está presente, está al acecho”, explica.

En esta sinfonía se ve un alma adolorida, un estado de ánimo que fluye a través de todas las melodías y, sobre todo, este lirismo que viene de sus canciones. Además, que sean melodías tan cantabiles me llega mucho más, porque soy directora coral y eso permea al enfrentarte a cualquier discurso instrumental. Lo ves desde una esquina diferente, desde la parte vocal. Por eso me gusta tanto esta sinfonía”, agrega.

Tango para orquesta

Antes de la sinfonía de Schubert, la Orquesta Clásica Usach abordará Le grand tango, una obra que el músico argentino Astor Piazzolla creó en 1982, como parte de sus estudios en París con la célebre compositora Nadia Boulanger, y que dedicó al cellista ruso Mstislav Rostropóvich. Concebida originalmente para cello y piano, será interpretada en una versión que el músico británico David Johnstone arregló para orquesta de cuerdas y viola, un instrumento que a partir del siglo XX cobró una relevancia especial dentro del repertorio orquestal.

El solista será Javier Farfán, integrante de la Orquesta Clásica Usach, quien explica que “como es música de raíz popular, una adaptación siempre le hace bien. Las músicas populares tienen la gracia de que son muy vivas y dependen mucho del intérprete. Sin ser irrespetuoso con la partitura, es una obra que aguanta muchas adaptaciones y condimentos de parte del intérprete”.

Le grand tango, detalla, “es una pieza que tiene tres partes y perfectamente podría ser un concierto breve, pero dentro de esa forma académica es profundamente tango. El movimiento central es de una nostalgia tremenda y los dos movimientos exteriores también son melancólicos, pero un poco aguerridos. Es una música muy sudamericana”.

La pieza es también una buena forma de introducirse en el universo de un autor que tensionó como pocos las fronteras entre música clásica y popular: “Él hablaba con mucho agradecimiento de Nadia Boulanger, porque desde ahí convirtió al tango en su motor de composición. En esta pieza se puede encontrar el Piazolla europeo, con título en francés, pero profundamente tanguero”, concluye Javier Farfán.